Se desarrolla investigación para conocer más las especies y su impacto en la agricultura y el medio ambiente.

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En Tamaulipas existe poca investigación sobre los ácaros, sobre todo, en la descripción de especies, ya que solo se han encontrado poco más de 100, de las más de 2500 que se han reportado para el país, sostuvo la Dra. Martha Patricia Chaires Grijalva, investigadora de la Facultad de Ingeniería y Ciencias (FIC) de la Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT).

La especialista en Acarología Agrícola, explicó que la UAT colabora en esta línea de investigación científica en el país, con el objetivo de conocer más a fondo estos insectos, y determinar cuáles son plagas y cuáles pueden ser usados para su control por medios biológicos.

Con Licenciatura en Biología por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Maestría y Doctorado por el Colegio de Posgraduados en Texcoco, la Dra. Chaires Grijalva actualmente realiza su Posdoctorado en la FIC-UAT, tras concursar y ganar una convocatoria del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT).

Los ácaros, una subclase de arácnidos que debido a su diminuto tamaño son imperceptibles al ojo humano, han sido relacionados con algunos impactos al medio ambiente y el ser humano, como así lo refiere la especialista, tras destacar la importancia de su investigación.

“Mi proyecto es trabajar con ácaros asociados a insectos, es una línea de investigación que estamos desarrollando en México, para ver si podemos encontrar algunos enemigos naturales, porque muchos de estos insectos pueden llegar a ser plagas de importancia”, indica.

Explica que actualmente revisan el material colectado en 5 municipios de la zona semiárida de Tamaulipas: “Se trata de identificar las especies que hay; para el estado de Tamaulipas se han registrado aproximadamente 120 especies, es muy poco a comparación a lo que se tiene registrado a nivel nacional, no es ni un 10%”.

“En México hay registradas aproximadamente 2 mil 500 especies, en Tamaulipas hay 100 que se conocen y que se han registrado asociadas a aves. No hay mucho registro de lo que hay en el área agrícola o en las reservas naturales que no han sido objeto de perturbación”, asentó.

Expone que toda la fauna que existe en los diferentes ecosistemas tiene una función, y cuando el ecosistema está en desequilibrio es cuando puede haber plagas. “Necesitamos saber qué tenemos, para saber qué especies pueden ser las que nos pueden ayudar a controlar esas plagas”.

“Conocer qué ácaros tenemos, porque mucho es en su función de los hábitos tróficos, como los podemos clasificar para saber si son depredadores o son fitófagos, y nos pueden ayudar a controlar también”, agregó.